lunes, 22 de septiembre de 2008

Invitación a la presentación del libro:


SIMILAI Una historia de amor para contarse, de José Fausto Guerrero Fonseca.

Para recordar el 2 de octubre, fecha histórica del México actual, la Academia de Metodología y Filosofía del Departamento de Sociología y Administración Pública de la Universidad de Sonora, invita a la comunidad universitaria a la presentación del libro: SIMILAI Una historia de amor para contarse del Maestro José Fausto Guerrero Fonseca.

El evento de llevará a cabo el jueves 2 de octubre en el auditorio del mismo Departamento, edificio 9-B, a las 11.00 A. M. del día.

Coordina el evento el Antropólogo (con Maestría en Políticas de Seguridad Pública) José Abraham Franco Osuna. Presentan el libro: Raúl González Flores (Sociólogo y Maestro en Políticas de Seguridad Pública), y Raúl Ortiz Ayala (Socciólogo y con estudios de Maestría en Filosofía Política).

¡Te invitamos!

jueves, 18 de septiembre de 2008

Revertir la idea de que la filosofía es ''algo inútil'', pide Gabriel Vargas

El martes 18 se celebrará el día internacional de esa disciplina

Revertir la idea de que la filosofía es ''algo inútil'', pide Gabriel Vargas

Debe retomar su papel de herramienta para la reflexión y el conocimiento, expresa

El segundo congreso nacional de la AFM se efectuará en la Universidad de Guadalajara

ARTURO GARCIA HERNANDEZ

Los poderes político, económico e inclusive cultural del país consideran ''obsoleta" a la filosofía. La tienen como algo ''inútil" y, por lo mismo, prescindible en el mundo globalizado que todo lo mide en dinero. Por ello ha sido desplazada de los programas oficiales de estudio y tiene escasa o nula difusión. Es necesario -advierte Gabriel Vargas Lozano, presidente de la Asociación Filosófica de México (AFM)- devolverle su lugar como herramienta de reflexión y conocimiento, y como medio para entender la ''profunda mutación histórica" que actualmente vive la humanidad.

Esa es una de las prioridades de Vargas Lozano al frente de la AFM, organizadora en México de las celebraciones por el Día Internacional de la Filosofía, que se efectuarán el martes 18: ''Pese a la larga tradición de coloquios, congresos y publicaciones, y a un gran esfuerzo que hacemos para difundirla, en la actualidad la filosofía tiene, vamos a decirlo así, mala prensa".

Disciplina omniabarcante

''Hay una gran incomprensión pública de su significado y función -prosigue Vargas-. Actualmente ocurre con las humanidades, y en particular con la filosofía, que, se piensa, son obsoletas en tiempos de globalización, lo cual es una idea absolutamente equivocada. Vivimos una crisis, una profunda mutación histórica, que a todos plantea una serie de preguntas desde el punto de vista ético, estético y de la teoría del conocimiento".

Y es en virtud de la necesidad de reflexionar dichos cambios, ''que la filosofía tiene tanta importancia. Por eso la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) aprobó el año pasado dedicar un día a la filosofía, y este año en la segunda vez que se celebra".

Con las 18 intervenciones realizadas durante la celebración del año pasado en México -se efectuó simultáneamente en 50 países-, la AFM editó un libro en colaboración con la UNESCO, la Federación Internacional de Sociedades de Filosofía, las universidades Nacional Autónoma de México y Autónoma Metropolitana. El volumen se presentará el próximo martes.

Después de las celebraciones del Día Internacional de la Filosofía, la AFM -fundada hace 35 años- prepara su decimosegundo congreso nacional, que se desarrollará del 26 al 29 de noviembre en la Universidad de Guadalajara (UdeG).

Vargas Lozano reconoce que el cuestionamiento sobre la ''inutilidad de la filosofía es antiguo y recurrente, pero no responde a la realidad. Nos demos o no cuenta de ello, la filosofía ha influido en las sociedades. John Stuart Mill creó la concepción filosófica del liberalismo, y la Ilustración sentó las bases de la modernidad; y desde luego hay una filosofía con vocación social".

El presidente de la AFM sostiene que en el mundo hay una tendencia a ''sustituir la reflexión filosófica por reflexiones de tipo espurio. Y es que cuando se trata de problemas éticos la gente echa mano de lo que puede: la religión, algunas consejas, etcétera.

''Pero en realidad, la filosofía puede dar a cualquier individuo instrumentos para reflexionar sobre la realidad, porque es la única disciplina omniabarcante que permite esta reflexión y sustituye las creencias mágicas por una concepción más racional y crítica."

Pragmatismo ciego

No se trata -aclara Vargas- de que todos seamos filósofos, ''esa es una decisión personal", sino de tener a la mano ''las armas de la filosofía para enfrentar cuestiones como la justicia, la desigualdad, las guerras. La gente tendría mejores armas y estaría en mejores condiciones para enfrentar la vida cotidiana".

El filósofo lamenta el pragmatismo que permea a los distintos grupos de poder (partidos políticos, empresarios), ''un pragmatismo absolutamente ciego que cree que la sociedad mexicana sólo va a salvarse por la vía económica. Soslaya que se requiere preguntar qué es lo que queremos como nación".

El desarrollo científico y tecnológico, así como la omnipresencia de los medios, imponen retos filosóficos inéditos:

''En la actualidad las nuevas tecnologías están teniendo gran impacto en la vida cotidiana, están cambiando las ideas de tiempo, de espacio, la misma comprensión de la realidad. Tenemos que reflexionar sobre lo que ocurre.

''La clonación tiene implicaciones severas en el proceso de la naturaleza humana. Hay que reflexionar sobre este punto también."

No obstante el contexto desfavorable, Gabriel Vargas considera que no hay un déficit de filósofos en México, ''lo que hay es un déficit de trabajo para ellos. Ciertos sectores de poder tienen la decisión de limitar o reducir la filosofía por su pretendida obsolescencia, entonces hay menos plazas para los profesores y los egresados no tienen trabajo. Se reducen las materias filosóficas con las reformas de los planes educativos.''
Tomado de: La Jornada.
México D.F. Viernes 14 de noviembre de 2003.

Mari Carmen Serra: pretende Fox crear un país de ignorantes

Es "terrible" que se piense que México únicamente requiere tecnócratas, afirma

Mari Carmen Serra: pretende Fox crear un país de ignorantes

Se intenta copiar el modelo estadunidense, afirma la coordinadora de Humanidades de la UNAM

Advierte que hay un patrimonio cultural que se está perdiendo y cuestiona el neoliberalismo

KARINA AVILES

Visiones como la de que la nación necesita más técnicos y menos filósofos demuestran que el gobierno del presidente Vicente Fox pretende transformar a México de una nación de pensadores e innovadores a un "país de ignorancia". Por ello la coordinadora de Humanidades de la UNAM, Mari Carmen Serra Puche, adelanta que desde la máxima casa de estudios se impulsará una estrategia para que la población se dé cuenta de la importancia de la historia, de la filosofía y de las letras, pues, advierte, "hay un patrimonio cultural no tangible que se está perdiendo".

La antropóloga, recién nombrada para encabezar una de las áreas estratégicas de la universidad, señala que a la concepción neoliberal en lugar de darle orgullo "nuestra identidad, nuestras costumbres, nuestro pasado, nuestras lenguas indígenas, le dan pena". El gobierno mexicano trata de copiar el modelo estadunidense, pese a que es una sociedad que está "en total y absoluta decadencia".

En concreto, insiste, "estamos en manos de gente ignorante". Y aunque digan que México no requiere de filósofos, de sociólogos, de literatos, "allá ellos. Nosotros vamos a seguir cultivando" dichas disciplinas.

Serra Puche platica con La Jornada sobre los valores que tienen las humanidades para una nación y también detalla los puntos neurálgicos del programa de trabajo que impulsará en la coordinación que encabeza.

-Usted está a cargo de un área que es de las más atacadas por la visión de mercado. Un diagnóstico realizado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social señaló que el país requiere de más técnicos y menos egresados de las carreras de humanidades. ¿Qué opina?

-Es muy triste que se piense así, siendo México un país donde siempre ha habido cerebros del tamaño de Vasconcelos, de Alfonso Reyes... Si lanzas un documento en el que dices que lo único que necesitas son tecnócratas eso implica bajar el nivel educativo de un país a cero.

-Un gobierno que no sabe ser mexicano, que no sabe de su historia, ¿qué tipo de gobierno es?

-Si no conoces tu historia, no puedes entender por qué estás aquí, cómo estás y por qué eres así. Si se trata de imitar siempre el modelo estadunidense, porque te han dicho que es lo utópico y lo que vale la pena, siempre vas a ser un imitador.

La funcionaria universitaria manifiesta que hay demasiada ignorancia en el gobierno, "y esa es la tragedia". Las autoridades federales promueven un programa de lectura, pero al mismo tiempo "no leen". Para ser gobernante, indica, no necesariamente se tiene que ser una persona muy culta, pero es fundamental "que se recupere a la gente que sí piensa".

Es "terrible" -enfatiza- que desde el gobierno se realice un diagnóstico con una serie de indicadores que no tienen razón de ser. Mientras existan más filósofos, historiadores, sociólogos, literatos y personas formadas en otras carreras humanísticas será mejor el futuro del país.

En este gobierno, añade, no hay un programa, un rumbo: "El país había sido ejemplo en muchas cosas, como la diplomacia y la cultura. Tenemos una tradición cultural reconocida en todo el mundo, hacíamos muchas exposiciones, nuestros filósofos eran reconocidos y apapachados, admirados, y ahora no. Todos esos valores se han perdido, no saben por dónde ir".

La ex directora del Instituto de Investigaciones Antropológicas considera que las universidades públicas son como una especie de trincheras desde las cuales se lucha para que la concepción individual y de mercado no logre permear aún más la sociedad.

Por lo anterior, destaca la necesidad de recuperar los valores de la identidad mexicana, porque "hay un patrimonio cultural no tangible que se está perdiendo y que inclusive hasta nos avergüenza: las lenguas indígenas, las costumbres". Todo ello está desapareciendo en aras de "convertir a todo mundo en productor y en creador de cosas materiales, tangibles".

Ante ese panorama, indica que la Coordinación de Humanidades de la UNAM impulsará los siguientes puntos estratégicos: consolidar diagnósticos nacionales de problemas importantes como la migración, la pobreza, el agua, etcétera.

Explica que se impulsarán proyectos "inter-instituto", es decir, se fomentará que los centros de investigación conjunten sus esfuerzos para realizar "proyectos de gran impacto nacional".

Otro de los objetivos prioritarios es difundir las investigaciones que hace la universidad en las áreas humanísticas. La antropóloga reconoce que "esa es la parte que nos ha faltado. Creo que eso ha sido una falla".

Por esa razón, señala, es necesario aprender a difundir para el público. Para lograrlo se buscará una estrategia que lleve las humanidades a la población de una manera más sencilla y masiva. Considera que el fortalecimiento de Tv UNAM y Radio Universidad -que es uno de los 11 puntos del programa de trabajo del rector para los próximos cuatro años- será un buen canal para la realización de este propósito.

Serra Puche enfatiza que "los niños deben saber que ser historiador, sociólogo, filósofo o filólogo tiene valor". Por otra parte, añade que la Coordinación de Humanidades tiene como otra de sus metas cumplir con los 11 puntos propuestos por Juan Ramón de la Fuente.

Indica que hay un trabajo fuerte para dar mayor agilidad y participación de la comunidad en los cuerpos colegiados y también se harán propuestas para la modificación del Estatuto del Personal Académico, que es otro de los pasos hacia la reforma universitaria.

Finalmente, la antropóloga señala la necesidad de abrir nuevas líneas de investigación y de incorporar a los jóvenes de los posgrados en los institutos, porque eso es lo que hace falta en dichos centros de producción del conocimiento. Puntualiza que la edad promedio de los investigadores está entre los 45 y 50 años, por lo que se requiere impulsar a las nuevas generaciones, pero siempre "con una visión de compromiso social".
Tomado de:
La Jornada. México D.F. Martes 24 de febrero de 2004

México requiere más técnicos y menos filósofos: estudio de la STPS

Según subsecretario, comercio y servicios absorberán gran cantidad de mano de obra

México requiere más técnicos y menos filósofos: estudio de la STPS

Analizan megatendencias para lograr que egresados de universidades sean útiles al sistema productivo

FABIOLA MARTINEZ

Los estudios profesionales ligados a las humanidades "no son la solución al problema del desempleo en México". Nuestro país necesita un mayor número de egresados de carreras como ingeniería y otras relacionadas a la aplicación de conocimientos en los procesos productivos.

La anterior afirmación forma parte del diagnóstico inicial con el que arranca la elaboración de un ambicioso estudio ordenado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), con el propósito de conocer cuáles son las carreras que pueden tener más oportunidades de empleo en los próximos años.

"Hoy ninguna sociedad puede vivir sólo con filósofos. Tenemos que buscar algunos pensadores pero no todos pueden ser intelectuales", expresó Francisco Xavier Salazar Sáenz, subsecretario de Desarrollo Humano para el Trabajo Productivo de la STPS.

El funcionario, químico industrial egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e ingeniero químico por la Universidad Iberoamericana, señala en entrevista que el objetivo que se ha propuesto el equipo del secretario Carlos Abascal Carranza es, en principio, establecer las "megatendencias" o características mundiales de los egresados que requiere el aparato productivo.

La primera conclusión es que el empleo en la industria manufacturera tiende a disminuir significativamente "como resultado lógico e inevitable" de los procesos de automatización, es decir, el uso intensivo de computadoras, robots y la digitalización de los procesos, aspecto que obliga a las fábricas a disminuir paulatinamente su personal en cada área.

"No podemos cometer el error de los filósofos del siglo XIX en el sentido de pelearse con las máquinas, porque aseguraban que les quitaban el trabajo a las personas", dijo.

Por el contrario, las estadísticas muestran que hay una tendencia favorable para lograr una mayor tasa de ocupación en el sector terciario de la economía, esto es, en el comercio y los servicios.

Este panorama explica que en México existan carreras saturadas o, dicho de otra forma, que haya "exceso de profesionistas" no sólo en el área de humanidades sino en el sector administrativo, como contadores y administradores.

De acuerdo con Salazar Sáenz, las instituciones de educación superior y el gobierno federal deben alentar y explorar otras alternativas y estudios profesionales ligados con la ingeniería y la biotecnología, en especial aquellas carreras afines a la aplicación de conocimientos en los procesos vitales.

Por ejemplo, en la producción de alimentos, medicinas, atención a la salud de ancianos y niños, porque en ese terreno, aseguró, México no está rezagado e inclusive puede convertirse en potencia en los próximos lustros. "En eso sí podemos ser muy fuertes".

-En esa perspectiva, ¿dónde quedarán las humanidades y los miles de estudiantes que se preparan ahora en áreas administrativas o en sociología, filosofía o ciencia política, por ejemplo?

-A mí me encantan esas carreras y siempre serán necesarias, pero no pueden ser el destino para toda la sociedad. Eso sólo pasaba en la época de los griegos, cuando se dedicaban a la filosofía pero tenían un ejército de esclavos trabajando. Hoy ninguna sociedad puede vivir sólo con filósofos, que es una materia fabulosa; tenemos que buscar algunos pensadores, pero no todos pueden ser intelectuales.

-De acuerdo con el análisis inicial de la STPS, ¿qué porcentaje de los estudiantes de esa área está condenado al desempleo?

-Es muy difícil establecer cifras al respecto, pero lo que sí sabemos es que es necesario que el país defina perfectamente hacia dónde está la tendencia mundial, para establecer un objetivo de en dónde queremos estar como país y enseguida vincular el aparato académico con el productivo, porque a veces da la impresión que cada uno anda por su lado, (las universidades) producen una serie de profesionistas y (las empresas) requieren otros.

El estudio ordenado por una dependencia en la que el titular y los subsecretarios son abogados o doctores en sociología política o ciencias sociales, pretende concluir el análisis referido en "uno o dos años", documento que resultará sin precedente en el sector público.

Mientras tanto, Salazar dejó en claro que desde ahora las plazas disponibles para humanistas son escasas, o al menos tienen un nivel significativamente inferior a los puestos ofrecidos para científicos o técnicos.
Tomado de: La Jornada. México D.F. Domingo 8 de febrero de 2004

miércoles, 17 de septiembre de 2008

¤ La mayoría de los estudiantes prefiere cursar una carrera de "riqueza y fama"

Crisis en la formación de campos científico y humanístico, aseguran investigadores

¤ Sólo 2% de la población escolar está en el área de ciencias naturales y exactas: ANUIES

KARINA AVILES

En muy poco tiempo, en México no habrá historiadores que construyan nuestra memoria nacional ni filósofos que analicen quiénes somos y hacia dónde vamos, ni matemáticos que deduzcan cantidades, magnitudes y propiedades desconocidas.

"El no tener un sistema de reproducción de la planta de investigadores en disciplinas de la más alta prioridad nacional, como las ciencias básicas y las humanidades, puede llegar a ser catastrófico", prevé el especialista en políticas de la educación superior, Roberto Rodríguez, al advertir una "profunda crisis" en la formación de campos científico y humanístico.

La reducción de los recursos a las universidades públicas -en cuyas instalaciones se enseña casi la totalidad de las carreras en ciencias y humanidades-, la promoción del Estado, del sector empresarial y de los propios medios de comunicación de las carreras supuestamente "de éxito económico", así como el fomento de una "imagen negativa del que se dedica al pensamiento", y el hecho de que desde la primaria los alumnos carezcan de una orientación vocacional hacia las ciencias y humanidades, han creado una atmósfera en la que hoy la mayoría de los alumnos cursa una carrera de presunta "riqueza y fama".

Así, todos quieren ser contador público, administrador, ingeniero industrial, en sistemas computacionales y licenciado en derecho. Por ello, no es de sorprender que en este país, con 100 millones de habitantes, apenas haya 51 alumnos de ciencias de la cultura, 101 estudiantes de ciencias humanas, 237 que van para arqueólogos y 571 para licenciados en literatura.

Tres mil 92 pretenden ser filósofos y 4 mil 517 estudian historia, por citar algunos ejemplos. Pero los hay de menos: sólo 19 personas, que bien cabrían en un salón pequeño, estudian ciencias marítimas, 38 quieren ser biólogos ecólogos, 36 estudian biología pesquera, 99 ciencias atmosféricas y 118 ingeniería en matemáticas, de acuerdo con los últimos datos de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).

"Un país maquilador"

Para el premio Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos 2000, Guillermo Moisés Hurtado, distinguido por sus investigaciones en humanidades, debe ser una prioridad preservar y defender el conocimiento humanístico y científico.

Si no se fomentan las ciencias "nos condenarán a ser un país maquilador. O más bien, tendríamos que seguir armando productos". Y si no se cultivan las humanidades, se corre "el peligro de que se debilite nuestra gran tradición cultural, de que se pierda parte de lo que somos, nuestra historia, nuestra filosofía, áreas que permiten la crítica y la reflexión profunda", destaca.

Entre muchas de sus enseñanzas, la maestra emérita de la UNAM, Helena Beristáin, sostiene que "las humanidades son el fundamento de las ciencias exactas, si deseamos que la investigación científica rinda frutos que no destruyan el planeta, que no alimenten la violencia, la guerra, el neocolonialismo depredador. El cultivo de las humanidades es lo único capaz de repercutir en el animal humano que somos, haciéndonos más humanos y menos animales".

Sin embargo, el Estado ha desalentado la formación en dichas disciplinas y con ello abrió paso a una "crisis" que se refleja en la "disminución alarmante" del número de alumnos que estudian alguna carrera científica o humanística, cuyo destino profesional es el académico, sostiene el investigador Roberto Rodríguez, del Centro de Est estudiantes-univ-valle-me udios sobre la Universidad (Cesu) de la máxima casa de estudios.

Datos de la ANUIES confirman lo anterior. Mientras 50 por ciento de la matrícula nacional a nivel licenciatura se concentra en el área administrativa y de ciencias sociales, y 32.5 por ciento en el área de ingeniería y tecnología, en contraste sólo 2 por ciento de la población escolar está en una carrera del área de ciencias naturales y exactas y únicamente 3.9 por ciento en una disciplina del área de las humanidades y la educación.

El área administrativa y de ciencias sociales concentra las tres carreras con mayor demanda a nivel nacional: derecho, con 12 por ciento del total de la matrícula; contador público, con 10.3 por ciento, y licenciado en administración con 10.2 por ciento de la población escolar.

Fenómeno continuo

La "crisis" en la formación humanística y científica es un "fenómeno" que no es nuevo; sin embargo, continúa profundizándose. Algunos especialistas señalan que se inició en los años 80, a la par de la aplicación de la política neoliberal en México. Otros indican que comenzó a finales de los 60, en el periodo diazordacista, cuando el Estado vio como un enemigo potencial del sistema priísta a la capacidad crítica que se genera en los espacios universitarios.

De cualquier forma, coinciden en que se trata de un fenómeno que no puede entenderse desde una sola perspectiva, porque en él intervienen varios factores. Uno de ellos se relaciona directamente con que las universidades públicas no han tenido un crecimiento como el que sí han registrado las privadas y los institutos tecnológicos, en donde las humanidades y las ciencias -en la mayoría de ellos- no son una prioridad por razones de "mercado".

La política neoliberal ha reducido los recursos a las universidades públicas y, por otro, ha canalizado apoyos a "ciertas áreas para fomentar investigación de punta. Es decir, con una mano quita y con la otra da", explica Guillermo Moisés.

Desde los años 80 se observa una disminución del gasto federal en educación superior e investigación. En 1989 el nivel superior y la investigación representaban 17.4 por ciento del gasto federal educativo. Para 1999, ambas áreas significaron 15.9 por ciento, según datos del libro Educación superior siglo XXI, líneas estratégicas de desarrollo, editado por la ANUIES.

Roberto Rodríguez subraya que si los estudiantes rechazan las carreras de los campos humanístico y científico es porque desde la educación básica no son alentados por sus profesores para interesarse en esas áreas.

En el fondo de todo hay una política educativa "miope", para la cual hoy se ha establecido una estrategia consistente en asegurar a la "comunidad científica y en cierto modo a las humanidades, pero no así sus posibilidades de reproducción y de continuidad", sostiene.

Para ello, se han "apoyado mejor" instituciones externas a las universidades, como los centros SEP-Conacyt, que "concentran formación de posgrado, pero no dan enseñanza a nivel licenciatura", agrega.

Así, este proyecto que no prevé la renovación de cuadros de investigación científica y humanística comienza ya a cobrar sus primeros estragos: el promedio de edad de los investigadores mexicanos a nivel nacional está entre los 40 y 50 años; es decir, "se acercan a la línea teórica de la jubilación" y los que vienen atrás "seguramente serán muy pocos".

Otro de los problemas tiene que ver con la asignación de recursos. Rodríguez advierte que el presupuesto a facultades va en relación directa con sus tamaños. "A mayor número de alumnos y profesores, más recursos". Lo anterior da como resultado que las ciencias básicas y las humanidades resulten menos favorecidas, por tener menos estudiantes.

Ejemplo de lo anterior es la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en donde un viejo deterioro recorre sus pasillos, aulas y talleres. Paredes cuyo color amarillento sale a relucir por más remozadas que estén; salones con cortinas viejas, rotas y desprendidas; salas de teatro con equipos obsoletos.

Por ello, Rodríguez afirma que "el modelo perdedor en el sentido de estar fuera de la gracia del Estado es el de la gran universidad pública que hace las tres funciones: investigación, docencia y difusión de la cultura.

Tomado de: La Jornada. 2 de enero de 2001.

Ética y comunidad científica

Solecito La mitad de los especialistas consultados admite frecuentes prácticas ilícitas de colegas

Encuesta: son constantes las faltas éticas entre la comunidad científica

Solecito El Sistema Nacional de Investigadores detonó conductas inaceptables, revela estudio publicado por la AMC Solecito Negligente y deshonesto, difundir experimentos ''irreproducibles'', definen autores

KARINA AVILES

Una encuesta realizada entre investigadores de diferentes universidades para conocer su percepción sobre los problemas éticos que aquejan a la comunidad científica nacional revela que 40 por ciento de los especialistas consultados consideró que las faltas éticas entre sus colegas son ''frecuentes'', mientras otro 10 por ciento señaló que son ''muy frecuentes''. El fraude, el plagio y la falta de rigor son las anomalías más comunes, manifestaron.

En ese sentido, 34 por ciento de los entrevistados opinó que quienes se dedican a hacer ciencia no consideran la ética como aspecto relevante en su práctica cotidiana.

La encuesta, incluida en el capítulo ''El que no transa no avanza: la ciencia mexicana en el espejo", del libro El papel de la ética en la investigación científica y la educación superior, editado por la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), recogió la percepción de 139 investigadores de 18 entidades del área de las ciencias naturales de instituciones, como las universidades Nacional Autónoma de México, Autónoma Metropolitana, Autónoma de Yucatán, Autónoma de Morelos, Autónoma de Hidalgo y Autónoma de Tlaxcala.

El 81 por ciento de los encuestados pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (SNI). El 71 por ciento cuenta con maestría y 97 por ciento realizó estudios de doctorado.

La encuesta indica que, ante la pregunta abierta de cuál es el problema ético que se percibe como más común en la comunidad, las frecuencias más altas correspondieron al fraude, el plagio y la falta de rigor científico, seguidas por abuso a estudiantes, abuso como evaluador y abuso de poder.

El 62 por ciento de los investigadores entrevistados afirmó discutir regularmente con sus estudiantes de posgrado sobre problemas éticos en la investigación científica. El 58 opinó que las faltas éticas entre los estudiantes son raras, 37 por ciento dijo que son frecuentes y 5 por ciento manifestó que son muy frecuentes.

En las conclusiones de la encuesta, sus autores, César Domínguez Pérez Tejada y Rogelio Macías Ordóñez, alertan que el reto es ''enfrentar una cultura de la transa, que en corto plazo genera jugosas recompensas y que en largo plazo, y en el contexto global, nos ahoga, nos desprestigia como gremio y como país''.

Los investigadores advierten que es necesario señalar a los ''infractores que acostumbran tomar atajos y asegurarnos que el desprestigio constituya un costo real, pues aunque eventualmente el sistema o la historia les pasará la factura, en el presente nos están costando a todos''.

En relación con el sistema científico, los investigadores Martín Aluja y Andrea Birke advierten en otro capítulo del mismo libro -"El papel de la ética en la investigación científica y la educación superior"- que desde la creación del SNI, en 1984, la comunidad estuvo expuesta a un mecanismo de presión novedoso, que si bien significó un aliciente para superarse, también lo es que ''motivó la aparición de ciertas conductas éticamente inaceptables o cuestionables''.

Los recursos financieros limitados, la competencia por proyectos y por obtener reconocimiento, y la presión por publicar ha generado conductas éticamente inaceptables, apuntan.

También, señalan, se han producido "algunas desviaciones tales como el apoyo selectivo de miembros de las comisiones evaluadoras a proyectos de 'amigos' o miembros de la institución de la cual provienen".

En relación con las conductas éticamente cuestionables en el proceso de publicación, mencionan varios casos. Uno de ellos es negligencia, esto es, "cuando no se sigue correctamente el procedimiento experimental o se incluye o excluye información errada sin que necesariamente exista mala intención".

De hecho, precisan que, para el UK Medical Research Council, la negligencia ''es considerada una mala conducta científica sin importar 'la buena o mala intención'".

Exponen el caso de dos investigadores de la Universidad de Utah que publicaron un artículo en la revista Nature en el que reportaron una técnica que permitía la fusión en frío. Cuando grupos de investigación de otros países trataron de reproducir los experimentos, se percataron de que éstos eran irreproducibles, por lo que se comprobó que los científicos habían atentado contra los principios éticos esperados de una comunidad científica como son la "veracidad, la integridad y la honestidad".

Tomado de: La Jornada. 23 de febrero de 2006.